LUNES 28
ABRIL: Mostar - Dubrovnik - Kotor
Nos
despertamos a eso de las 8h, para tener tiempo para mirar autobuses para
Podgorica (capital
de recién creada república de
Montenegro), pero
pecamos de ingenuos al no preguntar por horarios la noche anterior
“nunca dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, no había autobuses
para Podgorica, por lo que la opción mas fácil y barata para llegar a
Montenegro era ir a
Dubrovnik y luego coger allí un autobús hasta la frontera, además
podríamos ver Dubrovnik,
ciudad que algunos de nosotros no habían visto, el autobús costó 12,5 €
salía a las 15:30 y tardaba unas tres horas, hay que decir que en todos
los autobuses que nos montamos en los Balcanes nos cobraron un
suplemento de un euro por mochila. (Famoso lio en los Balcanes)
Por
la mañana, hasta que salio el bus, visitamos Mostar, las bonitas vistas
que tiene el puente y la plaza España que tiene un pequeño monumento a
los soldados españoles que perdieron la vida en Mostar realizando tareas
humanitarias. También nos dimos un baño en una pequeña playa fluvial que
hay debajo del puente, a pesar de ser casi Mayo puedo dar fe que el agua
por esas tierras estaba muy fría. Ahí es donde tuvo lugar el famoso
video y acontecimiento del apoderado, que no es otra cosa que los bailes
de Chema ejerciendo de boy de noche y meneando el tema de una lado para
otro. Algún día saldrá a la luz tan gran documento. Después nos
dispusimos a coger el autobús.
Mostar – Dubrovnik
12:30 a 15:30 el bus cuesta 12.5 €
Tras tres horas de viaje, en las que cruzamos la frontera bosnio-croata
y nos desplazamos por carreteras de costa con muchas curvas pero con
impresionantes vistas, llegamos a la estación de autobuses de Dubrovnik,
dejamos las mochilas en la consigna y nos montamos en un autobús urbano
que nos llevó al centro, el coste del autobús urbano era de 7 Kaunas, lo
que equivale a un euro. Dubrovnik o Regusa es la principal ciudad
turística del adriático
y de toda Croacia, fue uno de los puertos más importantes de Europa,
desde el siglo XV, siglo en el cual quedaría bajo la protección del
imperio Otomano, pero sin pertenecer a el, por ello esta ciudad tuvo
libertad marítima y comercial hasta 1808 en que Napoleón puso fin a la
pequeña república de Regusa, durante estos años rivalizó en poder
marítimo y comercial con Pisa y Venecia.
Los
mayores atractivos de la ciudad son el puerto y la muralla, para acceder
esta se debe pagar 50 Kaunas (7€) o 20 Kaunas (poco menos de 3€) con
carné de estudiante o carné joven, como dato diremos que no os miran
mucho la foto así que si podéis agenciaros con un carné de un amigo
hacerlo, a mi personalmente me molesta mucho pagar en monumentos de la
UNESCO, ya que esta organización se compromete a mantenerlos.
Después de la visita alrededor de la muralla fuimos a una playa que hay
saliendo de la muralla, fue un atardecer memorable unas cervecitas, un
baño en el mar y posado masculino de la pena. Aqui es donde se rodo el
Calendario Pirelli Balcanes 2008.
Tras los típicos retrasos y cogimos el autobús para
Kotor
(principal ciudad turística de Montenegro) por los pelos a las 20:39,
bus que costó 84 Kaunas unos 12 €, al que por supuesto hay que incluirle
el euro por la mochila. El trayecto duro alrededor de tres horas y
media, suponemos que habitualmente tarda menos pero el autobús se paró
bastante tiempo en la frontera, por supuesto por culpa de los españoles
que si sello que si los típicos líos de que el autobús iba lleno y
alguno de nosotros había pagado el billete pero sin billete, situación
que se soluciono con diez euros y con la ayuda de una serbia traductora
de español, que aparte de simpática era guapísima más viajaba con su
novio lo que causo decepción en algún soltero de nuestra expedición.
Pasada la media noche llegamos a
Kotor, la
ciudad más turística de Montenegro, es una bonita ciudad medieval,
situada entre una bahía (fiordo más septentrional de Europa) y una
colina rodeada por una muralla catara que para coronarla tienes que
subir 1500 escalones. Nuestro principal objetivo al llegar a Kotor era
buscar un lugar para dormir, pero el único albergue de la ciudad estaba
cerrado y los hoteles eran muy caros, podríamos decir que mas caros que
en España, tenemos que recordar dos cosas que Kotor es una ciudad que
tiene un turismo de alto nivel adquisitivo, de ello da fe el puerto
deportivo que tiene la ciudad y que Montenegro es un país con una renta
per capita de las mas bajas de Europa lo que nos da una idea de que
Kotor es para uso exclusivo de turistas. Tras rendirnos en nuestra
búsqueda de un techo para dormir y siguiendo la máxima de Saúl “yo
duermo en el hotel con más estrellas del mundo, es decir al raso”
buscamos un lugar para comer y tras preguntarle a un montón de fiesteros
que había por la calle nos llevaron a un chiringuito en un parque en el
que nos pusimos morados de hamburguesas, no muy barato ya que nos costo
nueve euros por barba, mientras comíamos nuestras hamburguesas vimos a
varias personas pedir sus correspondientes hamburguesas y no hubo nadie
que pagara con un billete menor de 50 €. Al acabar de cenar cundió un
poco el pánico en nuestra expedición ya que no sabíamos donde dormir, a
pesar de ser mas de la una de la mañana nos pusimos a subir los 1500
escalones de la muralla y mas o menos a mitad de camino acampamos en un
pequeño patio entre dos torretas, tuvimos muchísima suerte por que a
pesar de ser casi Mayo hacía una temperatura buena y no hubo ni un
atisbo de lluvia.
MARTES
29 ABRIL: Kotor - Ulcinj - Tirana
Al
día siguiente nos levantamos con una vista inmejorable la bahía- fiordo
de Kotor, nos cargamos las mochilas y en poco menos de media hora
coronamos la colina, lugar con una esplendida vista y donde se
encuentran las ruinas de una antigua fortaleza (bastante deteriorada),
tras las correspondientes fotos con el imponente mástil en el que ondea
la bandera con las águilas de la recién creada república de Montenegro.
Después bajamos al pueblo donde al fin encontramos una pequeña tienda de
pueblo con precios de tienda de pueblo es decir un desayuno de bandera
por un par de euros.
Fuimos a la estación donde cogimos un autobús que nos llevó a
Ulcinj ciudad que se
encuentra al sur de Montenegro, el autobús fue bastante barato para lo
que no tenían acostumbrados los países balcánicos, 5 €. En este viaje
conocimos a un chico brasileño que estaba viajando al mas puro estilo
hippie-mochilero, la típica persona que solo puede ser de dos formas un
fenómeno o un flipao sopla gaitas, afortunadamente era lo primero y se
acabo haciendo el viaje con nosotros. Al llegar a
Ulcinj alquilamos una
furgoneta por dos motivos el primero el autobús salía en varias horas y
no teníamos demasiado tiempo y la segunda el coste de una furgoneta para
diez personas 130€, era más o menos lo que nos costaría el autobús a
Tirana. El viaje fue muy ameno, en esas tres horas y veinte minutos
descubrí la infinita capacidad aluchina para discutir absolutamente
todos los temas, paramos varías veces a por cervezas, donde por fin
pudimos apreciar los verdaderos precios montenegrinos es decir veinte
céntimos por cerveza.
A la
hora mas o menos pasamos la frontera (una de las cutres que he visto en
toda mi vida) pagamos un euro por barba y le dimos un paquete de tabaco
al policía de aduanas y entramos en territorio albano, sobre este
pequeño país de unos tres millones y medio de habitantes podemos decir
que tuvo el triste record de ser el país más pobre de Europa durante más
de treinta años, consecuencia de tener el régimen más comunista y mas
duro de toda Europa hasta 1989, (recientemente ha superado en renta per
capita a Moldavia).
Albania es el país
con más búnkeres por habitante del mundo, el dictador comunista
Enver Hoxha estuvo obsesionado por una posible invasión del bloque
capitalista a su país, aunque la inversión en base a fines bélicos fue
un rotundo fracaso no lo fue en natalidad ya que un tercio de los
jóvenes albaneses han sido concebidos en uno de estos búnkeres.
Sobre las 7 de la tarde llegamos a
Tirana capital de
Albania, hay que decir que en Tirana no hay albergues por lo que
buscamos una pensión cerca de la plaza central donde se encuentra el
único monumento reseñable de la ciudad la
mezquita de
Et'hem Bey.
La pensión FREDDY´S que
encontramos estaba en bastante limpia y barata 9 € por cabeza, el email
del dueño es:
Alfredsalku@yahoo.com.
Antes de ducharnos, Chema y yo nos dimos el típico afeitado turco en la
típica barbería musulmán. Según Chema, la peor que se ha dado nuca, ya
que todas las anteriores han sido fabulosamente relajantes.
Tras las necesarias duchas y ver el partido del Barça, nos fuimos de
fiesta, hay que decir que la fiesta en Tirana a pesar de ser un Martes
no nos decepcionó, estuvimos en dos bares donde había algo de jaleo, el
Capriccio y el Canon, los precios eran asequibles alrededor de 1´5 € la
cerveza, además tuvimos la suerte de encontrarnos a un camionero albanés
que trabajaba en Barcelona y que estaba en plan borrachín simpaticote y
nos invitó a infinidad de cervezas y cubatas. De la fiesta de Tirana hay
que decir que la gente a pesar de vivir en el Mediterráneo no tiene el
típico carácter que por regla general tienen las gentes que viven al
lado de este mar, la verdad es que eran más bien cerrados y hablar con
ellos era una tarea ardua y difícil a pesar de que por regla general
hablaban inglés e italiano.
También subimos a un hotel desde donde se veían una panorámica
excelente de toda la ciudad, ahí encontrareis un restaurante, cuando
fueron a servirnos nos fuimos ya que los hoteles no son lo nuestro.
MIERCOLES 30
ABRIL: Tirana - Prizren
A
la mañana siguiente desayuno en la tienda típica que tiene de todo
“chinos albaneses” bucazos de mortadela y queso y nos dimos un paseo por
el centro de Tirana donde no hay nada y a la vez hay mucho que ver, no
hay ningún monumento reseñable, pero la ciudad tiene mucho ambiente
multitud de mercadillos, en uno de los cuales el bueno del Bernon se
compró un vestido de Blanca nieves, con el cual iba dando el cante a la
par que guapísimo. (“Posteriormente serviría de traje para la despedida
de soltero de Fredy, lo tuvo que llevar desde Madrid a Ámsterdam sin
poder hacer nada, ver las fotos de la despedida de Fredy no tienen
desperdicio).
Sobre las doce y tras mas de media hora discutiendo debido a lo reducido
de nuestro tiempo y al dilema de si pisar
Kosovo y el lago Orid
o pisar Kosovo e ir a Serbia para poder disfrutar de la “night life de
Belgrado” tras un rato de discusión y con los grupos diferenciados se
optó por la primera opción. Buscamos las dos formas para poder ir a
Kosovo más exactamente
a la ciudad de Pridzen, una es en autobús, opción que tuvimos que
desechar porque sólo había uno al día y era por las mañanas, la segunda
opción era ir en taxi, opción un poco más cara que el autobús pero con
nuestra escasez de tiempo, era nuestra única alternativa. Tras un buen
rato regateando conseguimos que nos llevaran a
Prizren tres taxis
por 240€ es decir unos 24€ por barba.
(MAL MATMUJA: +355(0)692342579 o +355(0)683670567 SHERIFI:
+355(0)683670567) El taxi salió de Tirana a las 13:20 y llego a Prizren
a las 22:20 de la noche. Palizon pero mereció la pena.
El viaje fue muy lar
go, a pesar de que
entre la capital Albana y
Prizren hay una distancia de 250 km la duración del viaje superó las
nueve horas. Sobre el trayecto hay que decir que el estado de las
carreteras es pésimo (en la actualidad se esta construyendo una autovía
entre Tirana y Pritzen) y que los paisajes son inmejorables, las
montañas albanesas me recordaron mucho a las del sistema central
español. Tras unas cinco horas de viaje paramos a comer en restaurante
de carretera, hubo las típicas dificultades lingüísticas, por las cuales
nos sirvieron un plato a cada uno de más, el precio de la comida fue de
4 € por cabeza. Tras la pitanza nos pusimos de nuevo en ruta, nos
paramos en uno de los típicos bunker albanos y pasamos por un campo de
refugiados a unos 30 km de la frontera con Kosovo, esos últimos treinta
kilómetros los hicimos por pistas de montaña y tardamos en recorrerlos
algo más de una hora. Volvimos a parar y esta vez no nos hicimos la
típica foto con el bunker, esta vez nos metimos dentro y experimentamos
en nuestras carnes, de rodillas y todo sucios, como estos se comunican
con casi todos lo que están cerca y no tan cerca, una pasada de verdad.
En
la frontera tuvimos que esperar unos diez minutos para que nos pusieran
el sello de la ONU y pudimos pasar, la verdad es que fue menos
complicado de lo que en un principio nos supusimos. Pritzen esta a unos
20 km de la frontera, la carretera estaba en buenas condiciones y
llegamos rápido. Buscamos un hostal donde dejar las cosas y lo
encontramos con relativa facilidad en el centro de Pritzen, Hostel
“TIRANA PRIZREN” *** nos costó 13€ por cabeza, estaba bastante bien. El
contacto es
tirana_hotelpz@yahoo.com. Tras dejar las cosas nos fuimos a cenar al
centro de la cuidad, en el que fue el mejor restaurante del viaje (para
mi gusto), cenamos pizzas y kebab por unos tres euros por persona, hay
que decir que a pesar de lo que pone en algunas guías la moneda usada
habitualmente en Kosovo es el euro y no el Dinar. Tras la cena nos dimos
un paseo por la ciudad, la cual nos sorprendió por su normalidad y por
estar infinitamente mejor que cualquier ciudad de Albania, en ese paseo
casi no pudimos apreciar ningún indicio de la guerra, solo que las
iglesias estaban rodeadas por alambre de espino.